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Intento al Mont Blanc

Lo de Chamonix tiene poca presentación: meca del alpinismo, a los pies de la montaña más codiciada de Europa y lugar donde todo comenzó y sigue evolucionando. Con todas las cosas buenas y malas que eso conlleva.



Para empezar, la reserva en Goûter es un reto de perseverancia, conocimiento de varios idiomas, suerte y puntualidad suiza. Tras leer con lupa las "condiciones de reserva" pensando que sólo se podía hacer 30 días antes del día de pernocta, a mitad de Mayo comprobamos que ya están ocupadas todas las plazas para prácticamente todo el verano. Vayapordios!

Reorganizamos logística y conseguimos reservar en Tête Rousse, pero al segundo pegue, que la cosa tampoco es sencilla: o te conectas en la web de reservas en los primeros 10 segundos de las 12 de la noche, exactamente 30 días antes de tu noche prevista de pernocta....o pierdes tu oportunidad chatín.

2 Julio 2014

Así que, con ese calendario tan rígido, conducimos bajo la lluvia desde la zona de Ecrins, pasando por el famoso col de Galibier que nos recibe con 5ºC de temperatura ambiente.

Curiosa pintada, salimos de Francia y entramos en la Saboya:



En Chamonix los ríos bajan a tope de caudal. El año sin verano en los Alpes.



En nuestro día de descanso, la Casa de la Montaña es un punto de paso obligado.



En su maqueta XXL, repasamos mentalmente la ruta normal del Mont Blanc.



Y preguntamos por la "meteo" de los próximos días, las condiciones de nieve e incluso le damos un telefonazo a los guardas de Goûter por si hay alguna plaza libre.

Todos los factores "controlables" los llevamos bastante bien. La moral está alta, físicamente estamos preparados y la aclimatación en Ecrins ha sido un éxito.

Ahora, la meteo ya es otro cantar. Nuestro "día" de cima es el viernes, pero necesitamos una noche previa despejada para salir de Tête Rousse sobre la 1 o las 2 de la madrugada.

Pintan bastos. Fuerte viento en altura, precipitación y una nube de Foehn que tapará la cima del Mont Blanc.



De paseo por Chamonix, nos cruzamos con Rébuffat haciendo "balconing"...



...con un tal Ueli que va muy rápido a los sitios y sube él solito a paredes por donde no pasan ni las mejores parejas...



...y después de 24 horas viendo llover, justo cuando anochece, el Mont Blanc nos muestra sus encantos.

3 Julio 2014

Último repaso a la meteo y ya disfrazados de alpinistas abandonamos nuestro céntrico chalet B&B camino de Les Houches.



Lugares de peregrinación.



El teleférico de Bellevue nos acerca desde Les Houches hasta una de las paradas del tren cremallera que viene desde Saint-Gervais.



Ya en el final de trayecto: el Nido de Águilas.



Hoy era el día bueno para estar en la cima. Los helicópteros se pasan toda la mañana adelantando todos los porteos que no han podido y que no podrán realizar por el mal tiempo.



Tenemos todo el día para subir hasta el refugio de Tête Rousse, unos 800 metros de desnivel que se pueden hacer en poco más de dos horas.



Nos acercaremos primero al cercano refugio del Nid d'Aigle, dejando que los alpinistas vayan haciendo camino y que los turistas visiten el cercano glaciar de Bionnassay.



Con el sendero hacia Tête Rousse ya despejado de gente, podemos subir con calma y disfrutando del paisaje.



Juan y José, "adorando" a la Aiguille du Midi, que para eso se llama "du Midi", para estar en el medio.



A partir de aquí, prácticamente nieve continua, por un sendero aéreo que recorre una arista de roca.

Y poco antes de terminar la arista, vistas casi Himaláyicas que aceleran el pulso. De las tres veces que he estado aquí en verano, nunca había visto tanta nieve en estas cotas.



El refugio de Tête Rousse nos recibe con un manto bien blanco.



Fichamos en el refugio y nos vamos de paseo por las afueras, a escuchar aludes y caídas de piedras e intentar identificarlos con la mirada. Un "OVNI" abandonado...



...un promontorio con vistas...



...otra nave espacial al borde del abismo...



...y una cordada llegando a casa.



Difícil adaptarse al ritmo de estos refugios. Casi vacíos durante el día y llenos de actividad a ciertas horas de la madrugada.



Perros-alpinistas.



Ciudades de hielo.



Ríos lentos.



Y la predicción de meteo del refugio, que confirma la que vimos en Meteoblue.



Con un tiempo todavía estable, cuesta asimilar que no vale la pena poner el despertador a la 1. Ni siquiera a las 12 de la noche...



...que cuando caiga la noche, ya estará el Foehn instalado por encima de los 4.000 metros, y las rachas de 100 km/h...



...ahuyentando incluso a este grupo de 8 policías holandeses y 4 guías franceses que salen hacia la cumbre a las 21.00.



Dura profesión la de los guías, que salen sabiendo que no van a llegar a la cima (se darán la vuelta en el Dôme de Goûter), pero tendrán que cruzar la bolera un par de veces. La primera anocheciendo y la segunda amaneciendo, cuando nosotros ya hemos dormido unas horas y desayunado en el refugio.



Las horas que van desde el final de la cena hasta que cae la noche, serán de las más divertidas de nuestra estancia en los Alpes. Sentados en la terraza del refugio y después de haber preguntado a todas las personas "preguntables" por las posibilidades de ir a por la cima (guardas, cocineros, guías), resignados ante los rotundos "NO, imposible esta noche", vamos viendo desfilar a alpinistas de todo tipo.

Dos heavys polacos que son despedidos con grandes honores por el heavy más heavy de todos los heavys. Con sus mochilas de 70 litros llenas hasta los topes, saldrán hacia la cumbre a eso de las 22:00. ¿A qué hora y donde les pillará el Foeh? ¿Llegarán a cima? ¿Qué coño llevan en la mochila si ya van encordados, con el arnés, los crampones, el piolet y toda la ropa puesta?¿Un heavy que abandona así a sus dos amigos heavys, se desvela por la noche, o es poco heavy preocuparse?

Kurt Cobain reencarnado en un triste alpinista de herida sangrante en la espinilla.

Un grupo de vascos que se disgregó durante el ataque a la cima y se reúne en Tête Rousse consiguiendo dormir allí sin tener reserva. Enhorabuena para ellos, que acertaron con el día de buena meteo.

Un brasileño que descubre durante la bajada que hay cables equipando el tramo entre Goûter y Tête Rousse ("a la subida me pareció más duro que el Elbus y el Kilimanjaro"-dice en perfecto castellano). De paso nos informa de todos los resultados del Mundial de Fútbol ("Costa Rica tiene muy buen equipo") y nos cuenta sus anécdotas vividas en Siurana, Rodellar, Australia y el vivac que ha hecho en el antiguo refugio de Goûter. Su "sleeping bag" no era del todo bueno. No le dejan dormir en ninguno de los refugios y hará vivac antes de llegar a Nid d'Aigle.

Y para rematar la jugada, casi a plena noche, una familia de rusos (papá, mamá y niño ruso de 8 años) que suben ahora al refugio en pantalón corto y con los muslos enrojecidos por el frío.

4 Julio 2014

Hace 30 días soñábamos despiertos con éste día mientras hacíamos click en una web de reservas de extraño funcionamiento. Ni siquiera hemos puesto el despertador, pero a las 5 de la mañana ya estamos levantados y haciéndonos hueco entre los que duermen en el suelo del comedor para poder sacar nuestro desayuno.

Un vistazo fugaz hacia Goûter para comprobar que dan tan malo como decían. El viento del sureste sopla con fuerza y las nubes tapan todo lo que hay por encima de los 4.000 metros.



Ayer vimos a mucha gente bajar desde el refugio por el Glaciar de Bionnassay. Preguntamos a los guías y nos confirman que el descenso por ahí es cómodo, sin grietas y muy directo.



Posando bajo la Aiguille de Bionnassay (4.052 m) y sus seracs colgantes.



Últimos neveros...



...antes de llegar al sendero que desemboca en el refugio del Nid d'Aigle.



En apenas una hora llegamos al Nid d'Aigle, a tiempo de coger el primer tren de la mañana.

La variante de descenso nos ha gustado mucho. Hemos ido totalmente solos y se bajaba muy cómodo por la nieve.



A media mañana ya estamos comprando souvenirs en Chamonix y pensando en el viaje de vuelta.



11 horas de coche con tormentón incluido en Nimes, para llegar a casa algo cansados pero no tanto como nos hubiera gustado.

Mapa de la zona.



4 comentarios:

  1. Bueno circomarco, siempre habrá una segunda oportunidad.

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  2. Tus posts evolucionan; las fotos brillan por su calidad; información precisa y correcta... Enhorabuena por la no cima y por saber decir NO ;) La bolera no me gusta así que mejor evitar ese pasito de nada...

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  3. Independientemente del resultado, tus crónicas alpinas son de lectura obligada.
    Muy bueno, como siempre.
    Saludos

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  4. Javi, claro que sí. No podremos ir todos los años, pero seguro que hay más oportunidades.

    Rober, cada vez que pienso en la bolera me viene a la mente tu paseo en "pájaro". No son lugares para andar jugando a la lotería....si no hay condiciones, otra vez será. No será la primera ni la última montaña de la que nos bajamos...

    JonyMao, gracias por la visita. Con la evolución que llevais, no os queda mucho para ir planteándoos un viajecito alpino....

    Seguid atentos, que la segunda tanda de Alpes también tiene "chicha"...

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